Frente a la multiplicidad de opciones ofrecidas a instituciones educativas en incorporación de TIC, surge una alternativa que busca el reconocimiento previo del contexto como oportunidad para construir planes de acción que identifiquen y potencien capacidades frente al uso apropiado de la tecnología.
Históricamente, la educación en Colombia ha sido tocada por la masificación al acceso y uso de TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje. La dotación de equipamiento para dar uso eficaz a la tecnología a través de propuestas de formación y apropiación de TIC, trazaron la ruta de trabajo desde la década del noventa hasta la actualidad.
No obstante, con el transcurso del tiempo la experiencia de diferentes proyectos nacionales e internacionales evidencian que no se trata únicamente de poner al alcance de la comunidad educativa grandes volúmenes de dispositivos, sino más bien de apuntar hacia el desarrollo de destrezas y habilidades que incentive su incorporación como factor complementario en el aprendizaje.
Carolina Rodas, investigadora junior del equipo de evaluación de la Línea de Investigación I+D en Informática Educativa, refiere al uso de dispositivos como un complemento en el aula de clase, más no como un uso sustitutivo del cuaderno.Esto quiere decir, además, que se requiere de la integración entre actores de la comunidad educativa como articuladores de los procesos y multiplicadores de buenas prácticas dentro y fuera de las aulas de clase. Dicha intención de los agentes educativos por darles un uso adecuado es la que moviliza la transformación y creación de oportunidades en la comunidad.
El entorno como motor de posibilidades
Propiciar nuevas y mejores posibilidades es viable cuando el nivel de observación se encuentra desarrollado. Por eso, la probabilidad de éxito o fracaso de una estrategia de incorporación TIC en la escuela también puede relacionarse con la lectura rigurosa del contexto en el que se encuentren factores asociados a las dinámicas institucionales.
Este proceso, identificado como una de las buenas prácticas reconocidas en la ejecución de proyectos de la Línea I+D en Informática Educativa, propone el reconocimiento del contexto como alternativa para potenciar el accionar de las instituciones educativas intervenidas y sus capacidades frente al uso de TIC. Allí es donde la comprensión de factores que influyen en el ecosistema institucional orientan en la interpretación de su misma realidad y por ende, en el planteamiento de propuestas que sumen al cumplimiento de objetivos.
El acompañamiento a los establecimientos educativos a lo largo de la ejecución de diversos proyectos, incluyendo Plan Digital TESO y Plan Nacional Colegio 10 TIC, permitió que desde el 2012 se reconociera la importancia de las características institucionales e individuales en la intervención y eliminación de barreras con respecto a la tecnología.
Adicionalmente, las acciones enfocadas en el reconocimiento de contexto logran alinear la población escolar como parte del engranaje de los procesos propuestos. Así lo menciona Daniel Cuartas, integrante del equipo de evaluación
La práctica del equipo de evaluación de la Línea, responsable de este accionar, se realiza a través de una serie de instrumentos aplicados que analizan capacidades colectivas (internas y externas) e individuales (del directivo, los estudiantes y docentes) con respecto a la tecnología digital, el uso y nivel de conocimiento de las mismas; y su integración institucional para fomentar la organización y participación de actores.
Carolina Rodas, asevera que dicho proceso de caracterización pretende que a partir de la identificación de barreras pueda determinarse el tipo de intervención para disminuir las brechas reconocidas.
Para lograrlo, se hace uso de los datos recopilados en la caracterización, proceso en el que se obtiene información sobre disponibilidad tecnológica y brechas en incorporación y uso en el aula de clase; lo que permite comprender el estado real en que se encuentran las instituciones educativas. Adicionalmente, el índice multivariado, instrumento elegido para el proceso en mención, se aplica cada 2 años para vislumbrar el nivel de adaptación de las estrategias y la disminución de brechas digitales.
El factor a favor del reconocimiento de contexto en los proyectos de la Línea I+D es enfocar esfuerzos en lo que realmente se requiere y comprender algunas de las razones que inciden en la falta de apropiación de tecnología en la escuela. Además de comprender las necesidades institucionales para enfocarse en acciones que sensibilicen sobre uso de tecnologías e impulsen la participación de los actores involucrados en el mejoramiento de la calidad educativa.
“No se puede realizar una intervención social sin antes comprender el contexto. Conocer el terreno que se está pisando para saber de qué forma podrían enfocarse las acciones”, Daniel Cuartas.
Aspectos clave en el reconocimiento de contexto
- Las capacidades y brechas de las instituciones educativas frente al uso de tecnología, deben reconocerse en el proceso de caracterización. Esto con el fin de enfocar esfuerzos en un futuro plan de intervención y no desviar la atención sobre asuntos irrelevantes para la comunidad.
- La buena práctica del reconocimiento del contexto debería aplicarse, en lo posible, en todos los proyectos de incorporación de TIC en el aula. Además de contribuir en la construcción de una ruta de trabajo, también permite a la comunidad ser partícipe de su transformación desde el inicio.
- El proceso de reconocimiento debe materializarse en un documento que detalle los datos encontrados y haga tangible lo que es evidente en el día a día institucional. Si bien es un proceso vivo y de constante retroalimentación, es primordial contar con un punto de partida y una lectura rigurosa de lo hallado.
- Todos los niveles de observación son importantes. Tanto las capacidades institucionales e individuales brindarán información de interés en el proceso de caracterización y posterior intervención.
- Es preciso reconocer que la caracterización difiere del proceso diagnóstico en el sentido que no analiza profundamente la realidad institucional, ni plantea soluciones a los procesos.